En solo 10 meses de gestión, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), Arturo Fernández Bazán, ha estado envuelto en un permanente halo de controversias, denuncias y renuncias, y se encuentra ad portas de dejar el cargo en los próximos días.
La administración municipal de Trujillo no ha destacado por obras, ya que tiene pendiente la reparación de pistas, trabajos prevención ante el fenómeno El Niño, entre otras actividades, que son esenciales para el desarrollo y crecimiento de la Ciudad de la Eterna Primavera.
Uno de los primeros episodios controvertidos fue la destitución y renuncia de varios gerentes, subgerentes y trabajadores de la municipalidad. Entre ellos, sorprendió la salida de Diana Tello Murrugarra, una persona de confianza de Fernández, quien ocupaba el cargo de gerenta municipal y que actualmente es teniente alcaldesa de Moche.
El otro caso que generó notoriedad fue la destitución del gerente de Obras Públicas, Larry Omar Lezama Ángulo. Lezama y Fernández estuvieron involucrados en una serie de acusaciones mutuas de presuntos actos de corrupción.
Por otro lado, Arturo Fernández enfrenta diversos procesos judiciales, algunos relacionados con su anterior periodo como alcalde de la Municipalidad Distrital de Moche (MDM) y otros durante su mandato actual en Trujillo.
Uno de los casos más llamativos es la denuncia presentada por la teniente PNP, Nataly Estefany Rojas Rojas, por el delito de difamación agravada, que culminó en una sentencia suspendida de un año y el pago de una reparación civil de 25 mil soles.
Otro proceso que complica su situación es el presentado por el exdirector del Proyecto Arqueológico Huacas de Moche, Ricardo Morales Gamarra, quien afirma que Fernández lo acusó de corrupción y tráfico de piezas arqueológicas.
Además, se enfrenta a denuncias por delitos contra el patrimonio cultural presentadas por la Procuraduría del Ministerio de Cultura, que se centran en cambios no autorizados en el pintado del palacio municipal y la ubicación de elementos atípicos, como la controvertida estatua del «Tiburón» en el centro histórico.
El proceso más reciente es una querella interpuesta por el presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, Víctor Alberto Martín Burgos Mariños, quien menciona que el alcalde realizó acusaciones infundadas de actos de corrupción y de vincularlo a una supuesta red mafiosa denominada «Los Cuellos Blancos del Norte».
Arturo Fernández: Sentencia y suspensión
El proceso de difamación agravada contra la teniente, Nataly Rojas, tuvo un impacto significativo en la continuidad de Fernández en la alcaldía. La Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, determinó la sentencia en segunda instancia de la pena de un año de libertad suspendida, junto con una reparación civil de 25 mil soles.
Como consecuencia, los regidores decidieron por unanimidad suspender al burgomaestre de su cargo en una sesión extraordinaria de Concejo Municipal. Es importante señalar que, de acuerdo con la Ley Orgánica de Municipalidades, en su artículo 22, la vacancia del cargo de alcalde o regidor se declara en los siguientes casos: «Condena consentida o ejecutoriada por delito doloso con pena privativa de la libertad».
Fernández parece estar viviendo sus últimos días como alcalde. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tiene la última palabra en decidir si los regidores, en una sesión de Concejo, determinan la vacancia y posteriormente retirarán las credenciales o si procederán a la separación inmediata del cargo a Bazán.
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