En una reciente entrevista, Jorge Abanto, asistente de gestión de conocimiento de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y líder del estudio “Migración e incidencia delictiva en Perú”, explicó en detalle los hallazgos de la investigación y abordó las discrepancias entre la percepción pública y la realidad sobre la criminalidad asociada a la población migrante, en concreto los venezolanos.
Datos reales vs. percepción pública
El estudio de la OIM revela que solo el 0.15% de los venezolanos en Perú han sido denunciados por delitos. Esta cifra contrasta notablemente con la percepción generalizada de que los migrantes contribuyen significativamente al aumento de la inseguridad en el país.
Abanto explicó que la distancia entre la percepción y datos reales puede explicarse por factores como el entorno general de inseguridad, narrativas construidas en medios y discursos públicos. Abanto destacó que esta percepción errónea a menudo se ve influenciada por el entorno en el que los migrantes viven y la manera en que los medios informan sobre ellos.
“En contextos de inseguridad generalizada, la presencia de migrantes puede ser erróneamente asociada con un incremento de la criminalidad, cuando en realidad los datos muestran una incidencia mucho menor”, añadió.
Representación de los venezolanos en el sistema penitenciario
El informe también revela una discrepancia significativa en la representación de los migrantes venezolanos en el sistema penitenciario peruano. Aunque solo el 0.15% de los venezolanos han sido denunciados, el 1.9% de los internos en cárceles peruanas son venezolanos.
El líder del estudio aclaró que esta diferencia se debe a que el dato de denuncias corresponde a un periodo específico, mientras que la cifra de internos es acumulativa. Además, Abanto destacó que aproximadamente el 40% de los migrantes en prisión están sentenciados, en comparación con el 62.6% de peruanos.
“Esto indica que una mayor proporción de migrantes está a la espera de una sentencia, lo que puede reflejar diferencias en el acceso a apoyo legal y redes de apoyo, factores que afectan la duración y naturaleza de su internamiento”, señaló.
Necesidad de mejoras en la calidad de los datos
El asistente de gestión de conocimiento subrayó la necesidad de mejorar la calidad de los datos sobre criminalidad y migración para obtener una visión más precisa y reducir las percepciones erróneas.
“La población migrante, a menudo más vulnerable, puede ser víctima de delitos además de perpetradora. Hay que desmantelar las narrativas que exacerban la inseguridad”, comentó.
El informe también señala que la falta de variables detalladas en los registros estadísticos, como nacionalidad, departamento, género y edad, limita la comprensión completa del fenómeno.
“Es crucial mejorar la calidad de los datos para desarrollar estrategias efectivas de prevención del delito y protección de las comunidades migrantes”, añadió Abanto.
Promoción de la integración y nuevas investigaciones
Abanto mencionó que la OIM sigue comprometida en promover la integración de la comunidad migrante en la sociedad peruana. Además, enfatizó que el estudio busca abrir un debate más profundo sobre la situación de la población migrante y promover una visión más equilibrada y basada en evidencia.
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