La seguridad ciudadana aún es la gran tarea pendiente de las autoridades de Arequipa. El último fin de semana se registraron diversos disturbios en la ciudad blanca, los mismos que acentúan la percepción de mayor inseguridad que sienten los arequipeños en todos los niveles y zonas.
Uno de los hechos delictivos más comentado del pasado viernes 13 de setiembre fue la gresca protagonizada por cinco ciudadanos extranjeros en alrededores del Área de Biomédicas de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). La pelea sería entre microcomercializadores de droga y consumidores, quienes terminaron golpeándose con piedras.
El altercado se trasladó al interior del propio campus agustino. Un grupo de los migrantes buscó refugio dentro de las instalaciones agustinas, mientras que el otro ingresó en persecución.
En tanto, el sábado 14 se registraron dos balaceras en la ciudad. En el sector del Cono Norte, un dirigente fue baleado en su taller de carpintería. Se trata de Freddy Arotaype Merma, quien habría sido atacado producto de una disputa por terrenos en el sector 12 de la autopista Arequipa – La Joya. Efectivos de la Policía Nacional acudieron al domicilio del dirigente, sin que se pudiera detener al atacante.
Mientras tanto, el local nocturno “Plus Bar” de la avenida Dolores fue escenario de otro ataque con arma de fuego. En horas de la madrugada, dos sujetos llegaron hasta el negocio a bordo de una motocicleta. Uno de ellos descendió de la unidad y efectuó al menos tres disparos contra la fachada del establecimiento, el mismo que aún albergaba clientes.
Según explicó el alcalde de José Luis Bustamante y Rivero, los propietarios del negocio no informaron a las autoridades del motivo de los disparos. Sin embargo, se especula que podría tratarse de un nuevo caso de extorsión contra los dueños o hacia individuos particulares.
Por último, una persona anónima alertó a la Comisaría de Ciudad de Dios del hallazgo de un cadáver en inmediaciones de la Asociación Las Perlas de Yura. Según la Policía se trataría de los restos en descomposición de un varón sin identificar. Trascendió que los restos habrían sido devorados parcialmente por perros callejeros. Asimismo, los canes habrían arrancado la cabeza del cuerpo de la víctima.