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martes, 17 septiembre 2024

La otra cara del turismo en Cusco: La realidad de las comunidades que viven en zonas arqueológica

La otra cara del turismo en Cusco refleja un desafío permanente ante la evolución de la sociedad. ¿Dónde está el límite entre el desarrollo de los pueblos y la protección del patrimonio? El siguiente reportaje busca evidenciar la realidad de las comunidades que viven dentro zonas arqueológicas del Cusco planteando un balance entre la exposición de las dificultades que enfrentan los habitantes y la importancia de la preservación del patrimonio, abogando por un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas. 

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Hacer una reflexión crítica sobre el impacto del turismo en las comunidades cercanas a los sitios arqueológicos de Cusco, Perú, es abordar temas y debates comunes sobre la gestión del patrimonio cultural y el desarrollo en áreas turísticas. Existe una tensión permanente entre la preservación del patrimonio histórico y el desarrollo de las comunidades locales. El turismo en Cusco, especialmente en lugares emblemáticos como Machu Picchu, trae consigo beneficios económicos, pero también plantea desafíos significativos para las comunidades cercanas que enfrentan restricciones en su desarrollo debido a las regulaciones del Ministerio de Cultura. Este tipo de discusión es común en el análisis de la gestión del patrimonio y el turismo, y a menudo se encuentra en informes académicos o en estudios de caso sobre el impacto del turismo en sitios arqueológicos y culturales. Sin embargo, la solución parece estar cada vez más lejos.

El contraste del turismo: La otra cara

Cusco, cuna de una de las civilizaciones más grandiosas del mundo, es hoy un epicentro turístico de escala global. Cada año, millones de turistas visitan lugares emblemáticos como Machu Picchu y Ollantaytambo, trayendo consigo una inyección económica crucial. Pero, ¿quién realmente se beneficia de este boom turístico? Antes de la pandemia, el turismo en Cusco generaba unos 2.000 millones de dólares al año, principalmente por la visita a Machu Picchu y otros sitios emblemáticos. Machu Picchu sola aportaba entre 70 y 80 millones de dólares anuales en ingresos por entradas. La pandemia redujo drásticamente el turismo, pero desde 2021, la región está en proceso de recuperación. Además de los ingresos directos, el turismo en Cusco sostiene numerosos empleos en sectores como hoteles, restaurantes y agencias de viajes. Sin embargo, para las comunidades que viven en las cercanías de estos sitios arqueológicos, el turismo parece una realidad distante. Viven en zonas protegidas donde cualquier desarrollo está estrictamente controlado por el Ministerio de Cultura, una situación que, para ellos, es asfixiante. Sin acceso a servicios básicos como agua, desagüe, e internet, estas comunidades se sienten atrapadas. Las restricciones impuestas por el Ministerio de Cultura, destinadas a proteger el patrimonio, también impiden cualquier tipo de desarrollo.

El Debate del Patrimonio

El Ministerio de Cultura argumenta que cualquier expansión de estas comunidades podría poner en peligro el patrimonio arqueológico. Pero para los habitantes, esta es la única tierra que han conocido, heredada de sus ancestros, y sienten que están siendo marginados en su propio hogar.

La Necesidad de un Diálogo

La solución no es sencilla. Se necesita un equilibrio entre la preservación del patrimonio y el derecho al desarrollo de las comunidades. Las autoridades y los ciudadanos deben encontrar un punto medio que permita tanto la protección del patrimonio como el crecimiento sostenible de los pueblos.

¿Dónde Está el Límite?

¿Dónde está el límite entre el desarrollo de los pueblos y la protección del patrimonio? Esa es la pregunta que estas comunidades y las autoridades deben responder antes de que sea demasiado tarde. El Cusco, con su riqueza histórica y cultural, debe ser un lugar donde tanto el pasado como el presente puedan coexistir y prosperar. Solo a través del diálogo y la comprensión mutua, se puede alcanzar un futuro en el que todos sean beneficiarios de su propia herencia.

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