La película peruana “Kinra” se estrena en Perú con salas llenas en las regiones de Cusco, Arequipa y Lima. Dirigida por el cusqueño Marco Panatonic, «Kinra» se convierte en un proyecto cinematográfico que conecta las experiencias personales y culturales del director, nacido en la provincia de Chumbivilcas, con la vida de muchos migrantes andinos en Cusco.
Esta historia, inspirada en las vivencias de Panatonic y de otros habitantes rurales de la región Cusco, explora las complejidades de quienes buscan una mejor vida en la ciudad, enfrentándose a trabajos precarios y decisiones difíciles. La película lleva a la pantalla grande el contraste entre el recuerdo de la tierra natal y los retos de la adaptación en Cusco, capturando con realismo las tensiones y anhelos de sus personajes.
En una entrevista con Cusco Post, el director reveló que una de sus inspiraciones más fuertes provino de la nostalgia familiar. En particular, recordó las historias de su abuelo y cómo esta figura representa un lazo con sus raíces. Panatonic vivió parte de su infancia en un lugar que en su comunidad llamaban “Kinra”, un término quechua que en la región refiere a las laderas. Esa conexión con el terreno y su propia historia se refleja en la trama de la película, donde el protagonista «Atoqcha» se ve en la misma situación de nostalgia y desafío que muchos jóvenes experimentan al mudarse de Chumbivilcas a Cusco en su juventud en busca de oportunidades de trabajo y estudio.
Desafíos en la producción de la película Kinra y su rodaje en Cusco
Marco Panatonic cuenta que la producción de la película peruana “Kinra” enfrentó dificultades tanto logísticas como sanitarias, ya que el rodaje coincidió con el final de la pandemia. Como líder del equipo, fue él mismo quien asumió la responsabilidad de cuidar la salud de todos los colaboradores, especialmente en una época en la que las vacunas aún generaban rechazo en ciertos sectores. Para él, el mayor reto fue evitar contagios en el equipo, pues una pausa por enfermedad habría significado un riesgo para el proyecto.
Por otro lado, la falta de financiamiento local para el cine en Cusco también complicó la producción. Según Panatonic, pocas empresas en Cusco se interesan en financiar películas, y el acceso a equipos de rodaje depende de la importación, ya que Perú no produce tecnología cinematográfica avanzada. Aun así, el proyecto obtuvo un fondo estatal específico para lenguas originarias, lo cual favoreció su desarrollo y permitió al director trabajar con hablantes de quechua, logrando un equipo de trabajo que abarcó a colaboradores de Arequipa, Puno y Cusco. Panatonic destacó que este equipo, pese a la falta de infraestructura en el sector cinematográfico cusqueño, aportó una visión rica y diversa que consolidó el proyecto.
Durante la entrevista, Marco Panatonic también abordó el estado del cine peruano, resaltando la juventud de la cinematografía en el país y la falta de infraestructura para competir con producciones internacionales. “No tenemos ni siquiera bolsas de arena propias”, comentó en alusión a las necesidades técnicas que aún deben cubrirse desde el exterior. A pesar de esto, se mostró optimista con el interés del público, ya que las redes sociales de Kinra en TikTok, Facebook e Instagram han recibido consultas de regiones como Huancayo, Juliaca e Ica, mostrando el entusiasmo de espectadores que desean verla.
El mensaje de Panatonic a futuros cineastas
Panatonic se siente privilegiado por, primero, haber terminado la secundaria, situación que muchas veces no es posible en el área rural de donde él proviene. Luego expresa sentirse aun más afortunado de haber tenido la oportunidad de estudiar en una universidad y luego cine. Sin embargo, reconoce que el contexto de crisis política actual complica la creación de nuevos proyectos. Él sugiere a los interesados en el cine que fortalezcan su pasión viendo muchas películas. “Ver cine enriquece la mirada”, afirma, destacando la importancia de observar cómo otros cuentan historias.
Tras haber palpado en carne propia la realidad del cine en Perú, evita recomendar lanzarse a la industria sin una preparación sólida y recuerda que el cine sigue siendo una actividad difícil de desarrollar en el contexto peruano actual. La película peruana “Kinra” se ha estrenado para el público en general con salas llenas en Lima, Arequipa y Cusco, donde ha tenido mayor difusión y respaldo. La distribución en otras ciudades podría ser complicada debido a la crisis que atraviesa el país. Panatonic invita al público a seguir las redes sociales de la película para mantenerse informado sobre futuras salas y horarios de proyección, y espera que los espectadores de otras regiones puedan disfrutar de esta obra que refleja una historia compartida y profundamente personal.
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