En los últimos 10 años más de 12,000 niñas entre 10 y 14 años se han convertido en madres en nuestro país. Teniendo a junio del 2023 el registro de 370 niñas madres.
De esta grave realidad no es ajena la región Piura, en la cual los últimos 10 años nos enrostran a 500 niñas que se convirtieron en madres, que han tenido que asumir embarazos forzados y, como lo refieren los testimonios de la presente publicación, embarazos producto de violaciones sexuales, principalmente de familiares o personas de “supuesta confianza”.
En este sentido a junio del 2023 en la región Piura 17 niñas se han convertido en madres.
En la publicación, a presentarse este viernes 09 de junio de 2023, en el auditorio del Ilustre Colegio de Abogados de Piura, Hera, Atenea, Artemisa, Minerva y Temis, buscan que sus historias no se repitan al permitir explorar su vivencia de las niñas madres, respecto al proceso de embarazarse, tener su parto y el post parto; documentando sus experiencias, emociones e interpretación de su realidad bajo el contexto de la pandemia por COVID 19.
Así mismo, permite conocer como fue el abordaje institucional de respuesta del sistema de salud durante el proceso de atención, desde la experiencia de las niñas madres en el contexto de la pandemia por COVID 19.
Las niñas que brindaron sus testimonios comparten características comunes: Todas ellas provienen de hogares que se encuentran ubicados en zona rural, de pobreza y extrema pobreza (Quintil 1 y Quintil 2), con embarazos forzados producto de violaciones sexuales y partos traumáticos, dolorosos, e inclusive violentos en algunos de ellos (trato discriminatorio, incriminatorio) por parte de algunos(as) profesionales de la salud en la medida que fueron atendidos por vía vaginal , pese a que todas las niñas tuvieron acceso a atención prenatal en una IPRESS pública.
Los testimonios de estas niñas son desgarradores por la tortura sufrida en el ataque de la violación sexual, por la imposición de un embarazo forzado, luego tener un parto vaginal torturante, y una etapa post parto llena de incertidumbre y confusión por no saber cómo hacer para retornar a su medio, el mismo que lejos de ser acogedor para las niñas fueron hostiles, culpabilizante.
Se suma a ello el hecho que ninguna de estas niñas tuvo acceso a información sobre sexualidad y reproducción, tampoco sobre sus derechos y mucho menos sobre el aborto terapéutico antes de que les ocurra esta serie de tragedias.
Un Estado garante de sus derechos, medidas como la adecuada entrega de kits en casos de violación sexual, que incluyen la entrega de la anticoncepción oral de emergencia (AOE). Implementación de un protocolo de aborto terapéutico para la interrupción voluntaria del embarazo en niñas, más aún por su elevado riesgo de mortalidad materna, son alternativas para garantizar su vida y su desarrollo humano.
La presente publicación nos pone alertas en un contexto en el que la Organización de las Naciones Unidas esta próxima a publicar un dictamen que involucra a casos de niñas que fueron abusadas, entre ellos el de Camila de Perú.
Camila, una niña que a los 09 años empezó a enfrentar la violencia sexual por parte de su padre, la cual enfrentó un embarazo, siendo una niña de 13 años. Se le negó atención médica que necesitaba, lo que puso en riesgo su salud y su vida. Le fue negado el acceso a los protocolos de atención obligatoria para las víctimas de violencia sexual. A Camila el Estado Peruano no la protegió.